domingo, 25 de marzo de 2012

Katrina, una novela profunda

He visto que la editorial Palabra ha reeditado un libro que leí hace unos años y me encantó.
Se trata de "Katrina", de Sally Sallimen, una escritora finlandesa.
El ambiente es típicamente nórdico y es fácil contagiarse un poco del ambiente frío y oscuro que -me imagino- se debe vivir en los paises del norte de Europa, que hace más melancólica y entrañable el relato.

Esta historia me enganchó pronto, porque trata uno de mis temas preferidos:
¿Qué ocurre cuando se acaba el romanticismo del primer amor, pero ya se ha dado el paso de vincularse a la persona que se ama?.
¿Qué pasa cuando "estaría toda la vida contigo" deja ser una frase que hemos dicho o un deseo más o menos lejano, y empieza de verdad mi vida contigo?
¿Qué sucede cuando se va enfriando el enamoramiento y hay que construir el amor?






Tengo un recuerdo estupendo de este libro. Es la historia de una mujer fuerte, que renuncia a vivir en su pueblo, campesino, por amor y se casa con un marino con el que se va a un sitio lejano.

Me pareció una reflexión profunda sobre lo que es ser mujer, ser esposa y ser madre. Siempre que lo he recomendado ha gustado pero, releyéndolo rápido hace unos días, me ha dado la impresión de que a algunos les puede parecer un choque demasiado fuerte para la idea de liberación de la mujer que impera en buena parte de la sociedad

Yo pienso que es un libro que aporta, una historia que se lee con gusto, pero que hace pensar y ayuda a ver la necesidad de tener planteamientos profundos para afrontar las dificultades de la vida.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Día mundial de la Poesía

Me enterado por twiter de que hoy se conmemora el Día Mundial de la Poesía.
Para celebrarlo, pongo en el blog una maravillosa poesía de Miguel d´Ors, llena de romanticismo (y no es broma).
Resulta fácil ser romántico en la juventud, en el primer amor, pero mira esta poesía que el autor titula:

INEXPLICABLE


Yo con mis faringitis, mis andares
de oso de los breñales, un carácter
de oso también, mi mala dentadura,
mis célebres manías, y ya cerca
de los cincuenta y cuatro;
ella con sus medidas insumisas
al canon de Praxístiles, sus patas
de gallo, sus absurdos, sus jaquecas,
su denso palmarés ginecológico
y todos sus etcéteras.

Qué inexplicable, qué misterio, que
de nuestras dos imperfecciones salgan
las hondas, las ardientes, las perfectas
noches de nuestro amor.

lunes, 19 de marzo de 2012

Una novela juvenil interesante


Me gusta la literatura juvenil. He leído muchas novelas de este género y valoro especialmente las de autores jóvenes y las que son realistas, es decir, que tratan situaciones reales.

También es cierto que hay muchas otras que he dejado a medias, o al poco de empezar, por aburridas, demasiado fantásticas, o por el recurso fácil a un “romanticismo” exagerado que con frecuencia termina (o empieza) por una relación excesivamente íntima entre los jóvenes protagonistas.

Con este preámbulo, es natural que la novela “Me debes un beso”, de Lucía Martínez Alcalde, me haya gustado. Es una primera novela, breve, de una calidad bastante superior a la media.
 





El argumento tiene una estructura interesante: una chica de 16 años y un chico de 19 se conocen y pasan una tarde juntos. Un descuido hace que no puedan localizarse de nuevo. El recuerdo de esta tarde y los intentos de búsqueda configuran un relato a dos bandas, estilo diario, en el que cada uno va recordando pequeños retazos de las horas que vivieron juntos, mientras el lector observa cómo eso va afectando a sus vidas.

Una novela fresca, equilibrada, tierna y positiva. Que profundiza en el interior de los protagonistas y plantea situaciones vitales que están en la calle.
Lo mejor: las respuestas personales, los planteamientos de fondo y… el final.

Os aseguro que si no me hubiera gustado no lo habría recomendado en el blog, pero aprovechando que conozco a la autora y que la novela se desarrolla en mi ciudad natal, le he hecho una pequeña entrevista para que explique algunas cosas de su libro

Os animo a leerla:



Lucía, al leer “Me debes un beso” me ha dado la impresión de que esta novela la empezaste en el colegio y la terminaste en la universidad, o mejor, que la escribiste en el colegio y la retocaste en la universidad. No sé si esto será así, pero mi pregunta es:¿Para qué gente y edades la recomiendas?
- Sí, la escribí estando aún en el colegio pero luego la he leído, releído, retocado, etc, todos estos años.
Creo que a partir de los 13-14 años se puede leer. Pero no considero que su público sea exclusivamente adolescentes y jóvenes. A mis amigos universitarios que ya la han leído les está gustando. Y también me han llegado buenas opiniones de adultos.
 

Y, después de tanta lectura y relectura ¿qué consideras el núcleo de esta historia? o ¿qué te gustaría comunicar con ella?
- Lo que hay de fondo en la novela, y lo que me gustaría comunicar con ella, es la experiencia universal del encuentro entre las personas. La riqueza que supone conocer a alguien -a veces, de una manera que podríamos decir “casual”- y que al final puede acabar convirtiéndose en una persona importantísima para tu vida. Sobre todo el hecho de abrirse a los demás, de atreverse a descubrir esos otros mundos que cada uno lleva dentro y cómo ese descubrimiento marca nuestras vidas.

¿Tienes pensada, medio escrita o escrita alguna otra novela?
- Ahora tengo varias ideas en mente y quiero decidirme por una para empezar a darle vueltas y escribirla este verano.



Aprovecho que estamos en un blog de libros para pedirte consejo. Como buena lectora ¿Qué tres libros recomendarías a los seguidores de "Tú qué lees"?
- Jane Eyre, de Charlotte Brönte
- Autorretrato con radiador, Christian Bobin
- Suite Francesa, de Irene Nemirovsky


lunes, 12 de marzo de 2012

Infancia, de Gorki

Aquí tienes una historia escrita con fuerza y realismo. De un auténtico maestro, Maksim Gorki, uno de los grandes escritores rusos.
Es el primer libro que edita "Automática Editorial" y me ha parecido excelente: la elección, la edición y la traducción.


Gorki nos cuenta su "Infancia", a finales del s. XIX, en la Rusia pobre de una burguesía venida a menos. Los personajes de su familia resultan absolutamente reales y distintos, caracterizados con maestría, profundidad y sencillez.
Literariamente es genial, aunque parece imposible que en aquellas miserables y crueles circunstancias (juicio hecho quizá con criterios actuales, pero que se acerca mucho a lo objetivo) pueda surgir un escritor de esta talla.

Desde luego sirve para situarse en aquella Rusia y percibir la dureza del clima, del trabajo, de las relaciones humanas, en las que resulta fácil y frecuente el recurso al golpe a los hijos, la mujer y los subordinados... los estragos del alcohol ...

No resulta fácil integrar todo en una breve reseña. El propio escritor intercala reflexiones acertadísimas respecto a las personas y al "alma rusa", en la que ocupa un lugar preponderante la religión, que hace más llevaderos los sufrimientos que afligen a los hombres.

Me parece una obra muy recomendable, para leerla despacio y disfrutar de su calidad literaria a pesar de que en ocasiones sean duras las situaciones que relata.

Se termina con la sensación de haber leído algo valioso, y también con ganas de afrontar la segunda parte de su vida que, por lo que sé, está en el proyecto de esta nueva Editorial.

lunes, 5 de marzo de 2012

Una novela divertida

Hacía tiempo que no me reía tanto leyendo un libro.
El título no lo hace muy atractivo, porque no se sabe bien de qué puede ir, sin embargo "El abuelo que saltó por la ventana y se largó" contiene un personaje genial y unas aventuras divertidas.

Un anciano sueco, que vive en una residencia de ancianos, decide escaparse el día que cumple cien años, cuando todos le están esperando para la fiesta que le han organizado, a la que no le apetece absolutamente nada acudir.


Las aventuras de su escapada y las investigaciones policiales para detenerle se alternan en capítulos con la historia de su vida, que recoge la historia del s.XX  y nos ayuda a comprender el porqué de su última escapada.

Todo lo que le pasa podría ser posible si no fuera absurdo: encuentros y aventuras con personajes como Franco, Stalin, Truman o Mao, la habilidad del abuelete para fabricar bombas, la capacidad de aprender idiomas y adaptarse a lo que haya... pero sobre todo el aplastante sentido común hacen que, además de reir, la novela ayude a pensar.

Hay que leerla en clave de humor, por supuesto, incluso los asesinatos, porque si no resiste ni un capítulo.

Además, el desarrollo de la investigación policial me ha hecho pensar en que el autor, Jonas Jonasson, ha querido también poner su punto de crítica a la nube de escritores nórdicos que en los últimos años invaden las librerías con su afán compulsivo de producir novelas policíacas.

Pienso que es un libro que gustará a muchos y con el que se pueden pasar buenos ratos.