lunes, 19 de noviembre de 2012

Una novela actual sobre la realidad de Africa



“La ecuación de la vida” es una novela de aventuras. En este caso se desarrolla en Africa.

El argumento es sencillo, pero elaborado y desarrollado con potencia, de modo que te mete totalmente en la piel de un par de hombres de mediana edad, que navegan por la costa del Este de Africa  en una embarcación de recreo. Son secuestrados por piratas y revendidos a otras bandas de mercenarios que pretenden conseguir un rescate lo más sustancioso posible.



El tema es actual, el autor conoce África y creo que logra su objetivo: hacer vivir al lector en esa realidad, crudísima, para ir llevándole a verla de otro modo, con otros ojos.

Pero hay un contrapunto, que no voy a desvelar. La segunda parte de la novela hace ver otra visión realista y magnífica, que hace comprender el llamado “mal de África”.

También el comienzo de la historia es fuerte, y parece que no tiene nada que ver con lo que va a venir después, pero el punto de partida de todo es el descubrimiento de lo aislado que se puede llegar a estar sin darse cuenta, llevando una vida aparentemente resuelta y burguesa,

Me ha parecido una buena novela. Muy dura en algunos episodios, hasta dan ganas de dejarlo en algunas páginas para no sufrir; pero que atrapa y merece la pena leer hasta el final.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

1948, de Yoram Kaniuk

Me ha gustado leer este libro, de un escritor israelí que se sale de la “versión oficial”, romántica y cerrada, que rodea habitualmente a lo que se escribe sobre la creación del estado de Israel y sobre la guerra que empezó entonces y, de un modo u otro, continúa todavía.

El prólogo-introducción de Raquel García Lozano me ha parecido muy bueno y, para mi, novedoso. Explica brevemente y con claridad las diversas tendencias de escritores judíos de las últimas décadas.


La novela se centra en los recuerdos del propio Yoram Kaniuk sobre la guerra de la independencia israelí que empezó el día después de la resolución de la ONU, que daba por finalizado el protectorado inglés en Palestina y autorizaba la creación del nuevo Estado de Israel. Lógicamente los árabes instalados allí desde hacía generaciones algo tenían que decir y, ante la indefensión, algunos lo dijeron con las armas.

A Kaniuk, con 17 años entonces, le tocó combatir la guerra en primera persona, alistado en el Palmaj, unidad del incipiente ejército judío.

En esos años seguían llegando a Israel inmigrantes de todo el mundo, algunos procedentes de los campos de concentración nazis, se habían puesto en marcha los kibutzs, se desalojaban por la fuerza algunos pueblos árabes para que las casas fueran ocupadas por los inmigrantes, se combatía con las armas que se tenían, a veces escasas y rudimentarias… Son interesantes las situaciones y las reflexiones que, sobre todo esto aparecen en este relato.

Un libro de los que hacen ver que la guerra es igual siempre, que produce sufrimientos duraderos, injustos, incomprensibles y muchas veces inútiles.