Por la televisión, junto a los bombardeos, atentados, campos de refugiados, edificios agujereados, etc... se veían en las imágenes personas que vivían allí, que parecía que la guerra no iba con ellos, o al menos que no podían hacer nada más que “seguir viviendo”.

Con los años he conocido a varios libaneses, pero casi todos habían podido salir del país; y los que no lo hicieron, no quieren hablar de aquella época.
El otro día encontré esta novela “Niña de polvo”, primera novela de una escritora libanesa, Nathalie Abi-Ezzi.
Una primera novela que ha llegado a las librerías, y que no está acompañada de propaganda y glamour artificiales, me interesa siempre. Pero además, al leer la contraportada vi, con emoción, que se trata de la historia de una familia que vive en las afueras de Beirut durante la guerra, en los años 80; y la protagonista es una niña de 10 años, a través de cuyos ojos se ve lo que está pasando, en su familia y en su ciudad.
Sabía que me iba a gustar en cualquier caso, y así ha sido. Me parece que está muy bien escrita, aunque el tema es duro y la acción lenta (como corresponde a los que “esperan” en una ciudad en guerra), ayuda mucho a hacerse una idea cabal de cómo vive una familia en esa situación.
Esta historia responde exactamente lo que yo me preguntaba hace treinta años, cuando veía en la televisión esos libaneses que, a pesar de la guerra, “seguían viviendo allí”.