lunes, 17 de mayo de 2010

Cómo saborear un cuadro

Estoy convencido de que este libro va a gustar a muchos de los lectores y seguidores de este blog: gente abierta a las mejores manifestaciones del arte y de la cultura.

El título me pareció muy atractivo: Cómo saborear un cuadro.


Son 16 capítulos en los que el autor va analizando otros tantos cuadros y realidades artísticas desde diversos puntos de vista, con mezcla de comentarios, comparaciones, anécdotas, historia, explicaciones...
Un conjunto de erudición y divulgación que se lee con mucho gusto y con el que he aprendido cosas que hace tiempo me había preguntado y hubiera querido saber.

El autor es Victor Stoichita. Catedrático de Historia del Arte.

Contra mi costumbre, estoy reseñando y recomendando un libro sin terminar de leerlo. Evidentemente no es una novela con principio y final, por eso no creo que nadie se lo lea de un tirón, pero se me está haciendo tan ameno y atractivo que quiero darlo a conocer ya.

Estoy seguro de que, tanto si te va el tema como si no, pensarás en gente a la que le pueda gustar un libro así. Lo recomiendo y pienso que no decepcionará a quien lo empiece a leer.

sábado, 8 de mayo de 2010

La Carretera


Han pasado unos días desde que terminé de leer “La Carretera”. Es de esos libros que tienes que digerir poco a poco, porque al terminarlos te das cuenta de que has leido algo serio, importante, que no es cualquier cosa.


La verdad es que tiene pocos personajes, los dlogos son escuetos y casi todos entre un padre y su hijo, y además se desarrolla en un ambiente entre helador y sórdido .

Parece que estoy escribiendo para desaminar a su lectura ¿verdad?

Pero Cormac McCarthy escribe una novela dura y breve de una manera magistral, creo que todas las suyas lo son.

La historia que cuenta es la de un padre y un hijo luchando por sobrevivir y escapar de una región de Estados Unidos destruida por lo que se supone que ha sido una hecatombe, de la que no se dice el origen, pero Mc Carthy sabe hacer que en el trasfondo aparezca algo que engancha al que lo lee: el amor de un padre por su hijo, que trasciende a la brutalidad del ambiente que se describe; y la esperanza que trasmite la bondad de un ser inocente.

De La Carretera no se puede decir que sea una novela para pasar un rato agradable, pero me parece que es de las que merece la pena leer.