Después de leer tres libros que no me han parecidolo suficientemente recomendables como para ponerlos en el blog, ha caído en mis manos esta novela, que he "devorado"con mucho gusto y disfrutando.
Me resulta curioso comprobar ese algo de común que tienen las novelas americanas, de buenos escritores, que se desarrollan en el ámbito rural de la primera mitad del siglo XX.
"Una temporada para silbar", escrita por Ivan Doig, tiene los componentes que hacen que un relato enganche, y que sus personajes te resulten muy cercanos desde que empieza la lectura: Naturaleza, trabajo, familia, valores humanos de fondo... buena literatura y una estupenda traducción.
Un hombre viudo, joven, con tres hijos pequeños varones decide contratar un ama de llaves para que ponga un poco de orden en la casa en la que viven, pues el estilo de vida ha cambiado desde que murió su mujer.
Un anuncio en el periódico en el que se ofrece un ama de llaves que "no cocina pero tampoco muerde", pone en marcha el proceso de contratación y así llega Rose, que se presenta en Montana con su hermano Morris.
Los perfiles de los protagonistas están muy bien definidos, la prosa sencilla y cuidada de Ivan Doig te mete en el paisaje y en el modo de vida de la familia y del pueblo. Los tres niños tienen que ir a la escuela unitaria del pueblo, varios kilómetros a caballo, todos los días... (sólo eso daría para muchas historias emocionantes).
Es una historia que gustará a muchos lectores y que recomiendo para leer con calma y disfrutar.
5 comentarios:
Tiene muy buena pinta, seguro que me va a gustar. Lo apunto ahora mismo. Saludos!
He leído varias críticas positivas de esta novela. La apunto en la (interminable) lista de libros pendientes a ver si en algún momento logro leerla. Gracias por tu reseña.
Lo tengo en casa, no te digo más.
Así que lo leeré en breve...
Hola Thomas!
Cada vez, editoriales como Libros del Asteroide ganan mas lectores y no me extraña. Ponen en nuestras manos verdaderas joyas que han pasado desapercibidas para las "grandes".
De lo que comentas me fijo mucho en que alabas la calidad de la traducción. Eso es fundamental. Muchas obras excelentes se han perdido por una traducción nefasta (como las primeras de Kerouac).
Anotado queda, y gracias por el descubrimiento.
Saludos!
Roberto
Cuantos buenos libros se los han cargado malas traducciones
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