Fue capturado al terminar la segunda guerra mundial, juzgado, condenado a muerte y ahorcado. (No es el Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler, juzgado en Nuremberg y muerto en la carcel de Spandau)
Estando preso, Höss escribió sus memorias, que fueron editadas en castellano con el título"Yo, comandante de Auschwitz". Esas no las he leído.
Sí que he leído este resumen de esas memorias, poco más de cien páginas, escrito por Jurg Amann y titulado "El comandante". A los estudiosos del tema les sabrá a poco, o les parecerá que no aportan mucho porque lo bueno sería leer las memorias completas.
A mi me ha servido para entrar por un rato en la mente de un hombre que fue capaz de llegar a justificar el exterminio y los miles de asesinatos que autorizaba y veía a diario. Teóricamente un cumplidor de órdenes, que no se plantea si están bien o mal, pero resulta ilustrativo conocer algo de su historia.
No resulta fácil conjugar el instinto mínimamente humano de un padre de cinco hijos, la capacidad de pensar, incluso la obediencia debida de un militar, con la frialdad para cometer una atrocidad como esa de la que hay constancia en Auschwitz.
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